La política antiinmigrante del presidente de EU, Donald Trump, en realidad se ha convertido en una campaña xenófoba en contra de la gente de piel morena que trabaja, vive o solo pasea por las calles de Estados Unidos.
Ya no se trata solo de detener a los indocumentados; ahora en las redadas, que más bien parecen secuestros —cuenta una víctima—, del temido Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) aplican la fórmula “arresta ahora y pregunta después”, y agarran parejo.
Un estudio de hace cinco años del Centro de Investigación Pew fue efectuado en un momento en que el fenómeno del colorismo se había convertido en un tema de conversación. Determinó que el tono de la piel influye en la vida cotidiana y en el éxito a largo plazo de los latinos en Estados Unidos. Hoy es altamente comprobable.
El Pew encuestó a 3 mil 375 latinos que viven o vivían en Estados Unidos y descubrió que 62% decía que el tener la piel más oscura perjudica sus posibilidades de salir adelante, mientras que 59% señalaba que tener la piel clara les ayudaba.
Hoy, para el ICE, tener la piel morena te hace, en automático, candidato a ser detenido con el fin de cumplir con la detención, al menos, de tres mil migrantes diarios que exige Trump; por eso los agentes realizan sus operativos de manera indiscriminada.
En videos difundidos en las redes y plataformas sobre detenciones se puede identificar claramente un patrón: el perfil racial de los detenidos. La mayoría, quiera o no, son personas de tez morena que corresponden al estereotipo del migrante latino indocumentado en Estados Unidos.
Son detenidos e interrogados, casi siempre con violencia y a plena luz del día. Algunos en sus autos, otros en plena calle o dentro de los centros de trabajo. En otras palabras, el sueño americano se convirtió en una pesadilla.
Lo mismo sucede en supermercados, restaurantes, granjas, campos de cultivo, empacadoras de carne, maquiladoras, obras en construcción, lavados de auto y en lugares donde se concentran los migrantes para ofrecer sus servicios por hora, día o semana –en las inmediaciones de las tiendas donde venden materiales para la construcción–.
Llama mucho la atención en estas detenciones arbitrarias que muchos agentes de ICE y la Patrulla Fronteriza en muchas ocasiones se comunican en perfecto español con las personas que arrestan, sin el característico acento chicano, es decir, con el mismo idioma de los detenidos.
Estas redadas han provocado que haya muchos arrestados de tez morena que no saben hablar español; nacieron en Estados Unidos, pero son de padres latinos. Ellos también sufren los estragos de esta campaña xenófoba de los trumpistas.
Desde la llegada del magnate republicano al poder –hace apenas medio año–, tener la piel morena en Estados Unidos hace referencia a delincuentes, inmigrantes, asilados y deportables, sin importar bajo qué estatus se encuentren en Estados Unidos.
Y se puede poner peor, porque el presidente Trump tiene más presupuesto para su política migratoria. Los daños pueden ser incuantificables.
POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ
COLABORADOR
@PAPADEPONCHO
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